Siento que el mundo se cae a pedazos en una realidad distinta. Y yo, aislada, pescando burbujas que escondan reminiscencias de una infancia que no sé seguir estirando. Siempre testigo en la distancia, al otro lado de este cristal, de estas pantallas, donde terminan vidas y empiezan otras.
Siento el dolor como un eco al que respondo con palabras vacías, y mi sangre forma un canto a la vida, una oda a los que se quedan atrás.
Siento la injusticia de aquesta diosa malvada, a la que nadie se resiste, que nos pide sacrificios, nuestros hijos, nuestros padres, nuestros sabios. Su hoja no distingue entre viejos o niños, entre santos o pecadores. La Naturaleza no entiende de moral.
¿Qué significan mis lágrimas? ¿Qué significa el horror?
Siento también la ilusión, las ganas de hacer cosas más allá de la desidia, siento amor, pasión, alegría. ¿Es capaz esto de enturbiar la misericordia?
Buenas noches.
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