martes, 14 de octubre de 2014

All mine

No caigas. Confía. No los necesitas. No lo necesitas. ¿Quién quieres ser? Y caes. No caigas. Confía. No los necesitas. No lo necesitas. Repites el proceso, repites tu mantra, repites tus errores y vuelves a caer. No caigas. Confía. No los necesitas. No lo necesitas. Independízate, no pienses en nada, dependes sólamente de ti misma. No caigas. No vayas demasiado deprisa, pero. Confía. No confíes en los demás. No los necesitas. No confíes en tu instinto. No lo necesitas.
Y caes.
Y caes.
No caigas, aunque se te resbalen los dedos.
Confía. Ciega y con las heridas abiertas, pero fuerte.
No los necesitas. Tú eres tu dueña.
No lo necesitas. A pesar de lo que digan tu mente y tus sentidos, la verdad es más profunda.


Y siente el odio más puro, se retuerce entre náuseas. Se arrodilla ante su Dios en eterna penitencia, y agradecida, le otorga todo su ser, hasta las mismas entrañas. Y Dios la deja vacía, una cáscara cuyo interior estaba podrido, siempre colmada...

Gastrimargia, uperèphania, philarguria, kenodoxia, acedia, porneia, orgè, lupè. 
Y luego, todo otra vez.