domingo, 30 de julio de 2017

Agua y aceite

Missing too many fucking things. Again. 

Porque de nuevo lo dejé arriba, y de nuevo vuelvo a empezar. De nuevo soy extranjera, y de nuevo miro por la ventana como si estuvierais a un kilómetro, y no a mil.

Y pienso... En la música, en los porros, en las noches eternas. Conciertos, juegos, risas, alcohol, sexo. Amigos, miradas, abrazos, tonterías. Desayunos con el rímel corrido. Ukelele y dibujos en el retiro. Diferencias insalvables, y aún así... 

We'll do it again. Soon. Mientras tanto, toca vivir aventuras nuevas.

Gracias.

miércoles, 19 de julio de 2017

Dreams

Se sentó cerca del Chaplin que se sacaba fotos a cambio de unas monedas y encendió uno de esos cigarrillos franceses que le quedaban, viendo a los turistas pasar y dando sorbos a un café no muy bueno. Pensaba en la suerte de su vida, y se acordaba brevemente de quienes habían pasado por ella, preguntándose si los colores de Londres cambiarían en su compañía.

Mírala. Viste de negro y escribe mientras el viento revuelve su cabello. Eras tú, pero no lo eras. Volabas imaginando futuros en esta ciudad que acoge a todos, donde los ingleses te tratan como a una niña perdida.

Miraba a Londres a los ojos y Londres respondía a su mirada bailando frenéticamente, mostrando cómo todas las culturas sonreían convergiendo en esta mezcla maravillosa de palomas y música.

El fuerte viento del Támesis trae con él olores sugerentes y gritos de niños. Hay un árbol garabateado de arriba a abajo con palabras de amor y una niña con trenzas que ríe feliz con un peluche nuevo entre sus brazos. Una mujer rubia de voz común pero bonita acepta sugerencias de canciones famosas frente a un público efímero con su guitarra acústica.

Sonreíste. Cerraste los ojos. Y comenzaste de nuevo a soñar, porque sólo una personita tan tonta como tú se pone a soñar cuando está viviendo un sueño. 

domingo, 9 de julio de 2017

Facing fears

Cambios, cambios, cambios.

Sólamente finjo que soy valiente, como cuando era pequeña y me montaba en una montaña rusa, riendo y acusando a todo el mundo de ser unos miedicas. Pero por dentro, siempre estaba asustada.

Hoy, estoy aterrada. Las cosas que esperaba impaciente se vuelven de repente un abismo al que me asomo, queriendo volver por donde he venido, y no abandonar nunca mi comodidad, mi casa, mi gente. Todas las ganas y los proyectos parecen ahora pequeños, comparados con los monstruos.

Pero sigo adelante, fingiendo siempre, apretando los dientes. Esperando en la fila, los puños cerrados, mirando a toda esa gente que baja del vagón, sanos y salvos, sonriendo y comentando el viaje. Si ellos lo han hecho, yo puedo hacerlo.

Puedo hacerlo.

Lo estoy haciendo.

No voy a mirar atrás.