miércoles, 20 de julio de 2016

Déjalo cuando estés ganando

Justo en el momento en el que la montaña rusa llega arriba, en el que me tiemblan las piernas por las palabras esculpidas con su lengua. Despedidas anestesiada, con los dedos cruzados para que todo lo importante no se diluya en el tiempo y la distancia. Dios, como os quiero, hijos de puta.