J'ai tout gâché avec mes murs inutiles
(ou si efficaces qu'ils ont réussi à me éteindre le coeur)
Comment expliquer le caractère déraisonnable de mes manières?
Qui ne risque rien n'a rien, comme même...
Je pensais que ce ne serait pas souffrir.
Grosse erreur.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
viernes, 22 de julio de 2016
miércoles, 20 de julio de 2016
Déjalo cuando estés ganando
Justo en el momento en el que la montaña rusa llega arriba, en el que me tiemblan las piernas por las palabras esculpidas con su lengua. Despedidas anestesiada, con los dedos cruzados para que todo lo importante no se diluya en el tiempo y la distancia. Dios, como os quiero, hijos de puta.
jueves, 2 de junio de 2016
Grown up yet?
-Déjame en paz.
-Pero... ¿Sigues enfadada?
-No. He llegado a una conclusión sabia y frustrante, y necesito estar sola.
-¿Qué conclusión?
-Que mi enfado nace más de mis faltas que de las vuestras, y que será más constructivo enmendarlas que culparos, autocompadecerme y tener una rabieta.
-¡Vaya! Asumes responsabilidades. Estás madurando, ¿sabes?
-Sí, y también... perdiendo todo atisbo de satisfacción.
-Pero... ¿Sigues enfadada?
-No. He llegado a una conclusión sabia y frustrante, y necesito estar sola.
-¿Qué conclusión?
-Que mi enfado nace más de mis faltas que de las vuestras, y que será más constructivo enmendarlas que culparos, autocompadecerme y tener una rabieta.
-¡Vaya! Asumes responsabilidades. Estás madurando, ¿sabes?
-Sí, y también... perdiendo todo atisbo de satisfacción.
viernes, 20 de mayo de 2016
De las dudas infinitas
Me toca. Me toca y me revuelvo, me estremezco. Me toca.
Oh, Calíope envenenada que siempre llegas acompañando al miedo.
Oh, musa torturadora de la que el hombre ansía compañía pero detesta cuando llega. Cortas con la afilada hoja de aquello que llamamos deseo y fluye la tinta cual sangre, doliendo y llenando la copa de extraña satisfacción, extraño desaliento. Bailas con las notas y las letras, entre el vino y el corazón, y sellas con tu baile la mirada del amante, el desprecio del amado.
Los corazones se encogen. América cierra el libro y posa la pluma. No volvió a buscarla.
Oh, Calíope envenenada que siempre llegas acompañando al miedo.
Oh, musa torturadora de la que el hombre ansía compañía pero detesta cuando llega. Cortas con la afilada hoja de aquello que llamamos deseo y fluye la tinta cual sangre, doliendo y llenando la copa de extraña satisfacción, extraño desaliento. Bailas con las notas y las letras, entre el vino y el corazón, y sellas con tu baile la mirada del amante, el desprecio del amado.
Los corazones se encogen. América cierra el libro y posa la pluma. No volvió a buscarla.
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